Juan Farizo Martínez de la Peña, abogado y apasionado al automovilismo deportivo, se inició en el deporte con ocasión del Rallye de Tenerife (1962), como copiloto de Fernando Corujo (Austin Sprite Mk.II/1100), clasificándose segundo absoluto. Al año siguiente, como la mayoría de los aficionados de la época, formó parte de la recién constituida Escudería Teide (socio Nº 15) y en 1965, sobre un Ford Anglia, competía en el Circuito Iniciación (15º de la general) bajo el seudónimo de «Pelicar», sobrenombre que mantendrá a lo largo de su vida deportiva. En el I Circuito Puerto de la Cruz (1965) presentó su vehículo más característico -Renault R-8 Gordini 1100- que fue evolucionando con el transcurso de los años.